martes, 17 de agosto de 2010

LEVANTAMIENTOS INDIGENAS

INTRODUCCION
En 1779 se produjo un levantamiento de indígenas aimaras en Chayanta, liderados por Tomás Katari contra los abusos de la mita de parte de los intereses mineros de la zona, centrados en el corregidor Aros. Tomas Katari fue apresado y durante su transporte a las autoridades para ser juzgado, fue asesinado lanzándolo a un barranco. Su hermano Dámaso Katari continuó liderando la rebelión y llegó a presentarse en las afueras de Chuquisaca, donde fue traicionado por un sacerdote, entregado a las autoridades y ejecutado.

DESARROLLO
Los levantamientos fueron conducidos por los llamados caabecillas y se produjeron especialmente en las provincias de mayor concentración poblacional indígena, en las que a su vez se dieron las peores condiciones de explotación: Chimborazo, Imbabura, Cotopaxi y Tungurahua. Estuvieron dirigidos contra
los hacendados blancos y sus dependientes e intermediarios, esto es contra sus explotadores: administradores, mayordomos,párrocos, los cuales en algunos casos fueron ejecutados por los insurrectos.
La expedición de Valdivia no fue sólo de conquista, sino también de colonización pues, junto con sus soldados, trajo indios peruanos para asentarlos en las nuevas tierras ocupadas, así como semillas y algunos animales domésticos. Pero la base de la nueva organización económica, como en todas las tierras americanas colonizadas por los españoles, sería la encomienda o repartimiento de indios. Los indios que habitaban un territorio ocupado por los españoles quedaban obligados a trabajar, ya fuera en la agricultura o en la minería, para los encomenderos o colonizadores hispanos, entre los que el jefe de la expedición y más tarde los gobernadores realizaban el repartimiento.

En el período colonial, la explotación minera tuvo escaso desarrollo, y la economía chilena era esencialmente agraria. En las tierras del Chile central, junto a los cultivos indígenas, pronto se introdujeron los mediterráneos, trigo y vid, exportados sobre todo a los centros mineros de Bolivia y Perú. A medida que se fue consolidando la presencia hispana en las tierras más húmedas del sur, se fue introduciendo y desarrollando también la ganadería.
Considerando el fracaso de la guerra defensiva, Felipe IV resolvió darle término, mandando se atacase a los mapuches y se redujese a los prisioneros a la esclavitud.

La guerra continuó con las más variadas alternativas. Los levantamientos fueron generalmente encabezados por el toqui Lientur y por el mestizo Alejo. Hubo grandes combates como el de las Cangrejeras en 1929 y Albarrada, en 1633.
Más tarde el Gobernador, Francisco López de Zúñiga, marqués de Baides, era partidario de buscar un entendimiento con los araucanos; para lo cual contó con la ayuda de los jesuitas. Impulsado por la idea, celebró en el año 1640 una gran reunión o parlamento con los principales jefes mapuches, a orillas del río Quillín. Los españoles reconocieron la libertad de los araucanos en sus territorios y estos permitieron el ingreso a la Araucanía de sacerdotes misioneros.
Nuevos parlamentos se llevaron a cabo durante el siglo XVII y XVIII, pero la belicosidad de los araucanos y los intereses de los españoles no permitieron la paz. Se siguieron repitiendo los levantamientos generales que invariablemente terminaban en reuniones donde se prometía la paz. Los parlamentos más importantes realizados en el siglo XVIII fueron los de Negrete y Lonquilmo en la época colonial y varios realizados durante el período republicano.
Guerra Defensiva.
En 1612 el Gobierno acogió el sistema de guerra del Padre Jesuita Luis de Valdivia que se basaba en sentimientos humanitarios. Valdivia que había celebrado con los indios el parlamento de Paicaví, los creía dispuestos a la paz.
Se abolió el servicio personal de los indios encomendados, se puso en libertad a los prisioneros, dejó a los mapuches en posesión de los territorios al sur del Bio-Bío. El ejército se concretaría a defender esa línea en caso de que los indios intentasen pasarla. En cambio, se enviaron misioneros a la Araucanía a predicar la fe católica y a inducir a los naturales a aceptar la dominación española.
El nuevo procedimiento resultó un completo fracaso, pues los araucanos dieron muerte a los misioneros y volvieron a tomar las armas.
Guerra ofensiva.
Este sistema se venía empleando desde los principios de la conquista, consistió en atacar a los indios por las armas, enviando expediciones a la Araucanía, que era la única región del país cuyos pobladores se negaban a someterse. A veces para justificar este procedimiento, se procesaba a los indios según las leyes españolas, declarándoseles rebeldes y traidores al rey y a Dios, condenándoseles por ello a las penas muerte y confiscación de sus tierras. En seguida se enviaba a un ejército a ejecutar la sentencia de los jueces.
Esto generó encender guerras interminables y provocar grandes rebeliones que se extendieron a las comarcas ya pacificadas al norte del Bio-Bío.
En esta guerra encontró muerte don Pedro de Valdivia en Tucapel, y el gobernador de fines del siglo XVI Martín García Oñez de Loyola en Curalava, donde fue atacado por las fuerzas del toqui Pelantaru.
A la muerte de Oñez de Loyola siguió un levantamiento en toda la Araucanía. Todas las ciudades del sur se perdieron. A raíz del Desastre de Curalava, el gobierno español encargó la gobernación de Chile a don Alonso de Ribera, militar de reconocida experiencia, para que terminara definitivamente con el problema mapuche.
Lo primero que realizó fue establecer una línea fronteriza, recorrida por fuertes y guarniciones militares en el río Bio-Bío y que lentamente fue corriéndose hacia el sur. Estableció un ejército permanente de soldados disciplinados que estuvieran absolutamente dedicados a sus tareas y creó un destacamento especial denominado los tercios de Arauco; consiguió el envío, desde el Perú, del Real Situado, una cantidad de dinero destinada a cancelar los sueldos de los soldados. Desgraciadamente, no obtuvo de la corte los recursos necesarios y luego se vio obligado por el gobierno de España a aceptar el plan de guerra defensiva del Padre Luis de Valdivia.
CONCLUSION
Los levantamientos ocurrieron periódicamente a lo largo de la Colonia y de la República y consistieron en la desesperada insurrección de las comunidades indígenas que intentaron liquidar la dominación blanco-mestiza mediante el uso de la fuerza y de las armas.Los indígenas se sublevaron contra los abusos, malos tratos y crueldades de sus opresores, el cobro de diezmos por la iglesia, de tributos por los encomentderos y de impuestos por el Estado, el trabajo y los servicios sin remuneración, la apropiación arbitraria de sus tierras, el reclutamiento forzoso para el trabajo en las minas y por los censos, a los que vieron como una nueva fuente de exacciones. A estas causas que fueron las principales, se sumó otra de carácter político conodida con el nombre de milenarismo indio, que expresó el anhelo de restablecer el señorío sobre la tierra, la cultura y los dioses indígenas y la civilización y organización poltíca indias; en suma, el imperio o los reinos existentes antes de la conquista española.
BIBLIOGRAFIA
LEVANTAMIENTOS INDIGENAS
WIKIPEDIA

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