INTRODUCCION.La conquista del Imperio inca por Francisco Pizarro abrió el camino para la sumisión de la Bolivia actual en el año 1535 y el establecimiento de la Real Audiencia de Charcas, parte esencial del Virreinato del Perú, que abarcó todo lo que hoy es el territorio boliviano. Aunque la historia de Bolivia en el período virreinal se halla muy ligada al Perú, conociéndose con el nombre de Alto Perú.
DESARROLLO. El origen de la división de ambos territorios se debe a las capitulaciones de Carlos V, revisadas en 1534, que asignaban a Pizarro doscientos sesenta leguas desde Tumbes al sur, y otras doscientos a Diego de Almagro al sur de éstas. Juan de Saavedra, adelantado de Diego de Almagro, llegó en 1535 al Lago Titicaca y al valle de La Paz, para luego fundar las ciudades de Paria (Oruro) y Tupiza en 1536 al sur. Muerto Almagro, Francisco Pizarro envió a su hermano Gonzalo a colonizar la provincia del Collao. Pedro de Anzúrez fundó Chuquisaca (actual Sucre) en 1538, Potosí surgió en 1546, La Paz en 1548 y Cochabamba en 1574.
La corriente colonizadora del Río de La Plata se expandió hacia el territorio de lo que hoy en día es Bolivia, con la fundación de Santa Cruz en 1561. Un grupo de españoles partidos de Asunción del Paraguay y Buenos Aires encabezados por Ñuflo de Chávez y acompañados por aliados itatines conquistaron la región, los primeros fundaron Santa Cruz a orillas de la serranía de Sutó y los segundos se establecieron en el norte en la región hoy conocida como Guarayos. Esta ciudad de frontera se sirvió como marca española de contención a los constantes ataques de bandeirantes portugueses que desde la región de São Paulo invadían la región capturando indígenas para mano de obra en las colonias portuguesas, y el constante asecho de los guaraníes que atentaban contra la frontera sudeste de la región minera del Alto Perú.[4]
El clima subtropical continental, la carencia de mano de obra indígena abundante, la ausencia de minas y grandes riquezas, y el constante ataque de los guaraníes hicieron que Santa Cruz sea de poco interés para la migración española. Para contrarrestar esto y asegurase que esta región aislada se pueble de fieles a la corona, se libró impuesto a sus habitantes, se dio indulto a grupos perseguidos (principalmente judíos conversos, pero también algunos cimarrones, gitanos y mercenarios), además se dio libertad y encomiendas a favor de mestizos e inclusive indígenas lo cual no estaba permitido en otras regiones de la colonia. Santa Cruz se mantuvo como una cultura agrícola ganadera aislada del auge minero del Alto Perú, pero creció en población y sus habitantes fundaron otros pueblos y ciudades importantes en toda la planicie Chaco-Beniana y los valles del sudoeste (Vallegrande, Portachuelo, Trinidad, Charagua, Cuevo, Samaipata, San Ignacio, Riberalta y otros).
Por su parte, el Alto Perú se caracterizó por presentar una base minero-agrícola. La ciudad de Potosí, la más poblada de América en 1574 (120.000 habitantes), se convirtió en un gran centro minero por la explotación de las minas de plata del Cerro Rico de Potosí y en 1611 era la mayor productora de plata del mundo. El rey Carlos I había otorgado a esta ciudad el título de villa imperial después de su fundación.
Como un colchón adicional de presencia española ante la avanzada portuguesa, la corona permitió el establecimiento de misiones jesuíticas al norte y este de Santa Cruz en las regiones de Moxos y Chiquitos. Estas misiones fueron muy existosas y se establecieron centros importantes y avanzados tanto cultural como económicamente. Estos territorios pertenecían a la gobernación de Santa Cruz y los misioneros eran en su mayoría originarios del centro de Europa (Suiza, Alemania, Hungría). Como testigos del nivel de desarrollo de estos centros misionales quedan las Misiones de Chiquitos (San Javier, Concepción, San Miguel, San Rafael, San José y Santa Ana) todas en Santa Cruz y fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por Unesco.
Colonización de Bolivia:
Hacia 1535 penetró procedente del Perú, más al sur del lago Titicaca, el dominico fray Tomás de San Martín y, más tarde, los hermanos Gonzalo y Hernando Pizarro, que terminaron la conquista de Alto Perú hacia 1538, después de vencer una tenaz resistencia de los indígenas. La mayor proximidad al Perú hizo que Bolivia se inclinase decididamente hacia aquella región. Cuando en 1544 se descubrieron las ricas minas de plata de Potosí, la colonización se inclinó hacia la explotación minera, y cuando Irala llegó en 1547 procedente del Paraguay, la vocación de Bolivia ya estaba decidida. La colonización se afirma con la fundación de una serie de ciudades: Chuquisaca (Sucre), La Paz, Villa de Oropesa (Cochabamba), Santa Cruz, Oruro y otras.
Períodos turbulentos:
La riqueza de las minas, las desigualdades étnicas, los abusos de muchos y las rivalidades entre los conquistadores contribuirían a dar al Alto Perú durante los siglos XVI, XVII y XVIII una historia turbulenta. La colonización minera agotó en parte las energías de la población e imposibilitó el progreso de otras actividades. Los indígenas no estaban obligados a trabajar en las minas sino cuatro meses, con un descanso de años; pero, al ver la posibilidad de ganar un jornal de forma permanente, se quedaban voluntariamente en ellas con el consiguiente perjuicio para la agricultura . Contra el trabajo agotador de las minas clamaban los mismos virreyes, que no podían luchar con el imperativo económico y social de la atracción de los centros mineros sobre las masas campesinas. En este período el Alto Perú se vio ensangrentado por las rivalidades intestinas de los españoles, entre las que destaca la contienda entre los vascos y los vicuñas, formados los primeros por los inmigrantes vascos, en cuyas manos estaba gran parte de la riqueza del país, y los segundos por los inmigrantes procedentes de otras regiones españolas unidos a los criollos. Durante casi toda la época de la colonización española, el Alto Perú fue una dependencia administrativa del gobierno de Lima. En 1551 se estableció una audiencia en La Plata (nombre primitivo de la actual Sucre), con unos límites amplísimos; en 1776, al fundarse el vireinato de La Plata, se le agregó la audiencia de Charcas, aunque hasta el fin de la colonización española sus comunicaciones normales estuvieran orientadas hacia el Perú. A finales del s. XVIII la vida del Alto Perú se hizo todavía más turbulenta por diversas sublevaciones indígenas. Gran importancia tuvo la del indio Tomás Catari, que, al no ver atendidas sus quejas, se levantó contra el gobernador Blas Bernal; la sublevación acabó con la muerte del rebelde en 1781. En esa misma época se extendió al Alto Perú la sublevación iniciada en el Bajo Perú por Túpac Amaru, que motivó el cerco de varias ciudades por los indígenas, entre ellas La Paz, la cual tuvo que resistir un sitio de seis meses.
Sucre tras la victoria de Ayacucho (1824):
Sucre abogó por la independencia del alto Perú, contra los propósitos de Bolívar y de Santa Cruz, ambos preferían conseguir la unión de los pueblos de la región. En 1825 promulgó un decreto de independencia y convocó una asamblea deliberante para determinar el futuro estatuto político del Estado. Esta asamblea se celebró el 10 de mayo en Chuquisaca (actual Sucre), veinticuatro horas después de que el Congreso de las Provincias Unidas del Río de La Plata invitara a la población, con el apoyo de Bolívar, a incorporarse a Argentina. A pesar de las presiones, los reunidos acordaron proclamar la independencia de Bolivia el 6 de agosto y elegir a Sucre presidente vitalicio. La independencia de Bolivia fue reconocida por Bolívar, pero disensiones internas, agravadas por la subida al poder en Perú de Santa Cruz, forzaron la dimisión de Sucre en 1828 y su exilio en Ecuador. Su inactividad forzosa duró poco tiempo. Durante la guerra entre Perú y Colombia (1829) luchó junto a los colombianos y colaboró activamente en la victoria colombiana, que desembocó en la paz de Piura. Gracias a ello fue elegido representante de Ecuador en el Congreso de Colombia celebrado en Bogotá (1830) para tratar los problemas que acabaron desmembrando la Gran Colombia. Elegido presidente del mismo, Sucre formó parte de la delegación encargada de celebrar las conversaciones de paz con el venezolano Páez que había segregado Venezuela de la Gran Colombia. Pero la confederación estaba ya herida de muerte cuando en mayo Ecuador a su vez decretó su independencia. Mientras se dirigía a Quito para intentar que los promotores de la iniciativa dieran marcha atrás, fue asesinado el 4 de julio de 1830 al cruzar la montaña de Berruecos, en la provincia de Pasto, Colombia.
CONCLUSIO. en conclusion se puede decir que la cristianización se mezcló con la búsqueda de oro y plata, logrando en corto tiempo el sometimiento de la actual América Latina. En 1535 el español Diego de Almagro ingresó por el suroeste al Alto Perú, hoy Bolivia, fundando Paria y Tupiza, iniciando la destrucción del sistema político y social de los incas. En 1545, el indio Diego Huallpa descubrió los ricos yacimientos de plata en el cerro de Potosí. Al pie de este cerro se fundó la ciudad de Potosí, convirtiéndose en el centro de la explotación de plata en América y que en 1610 llegó a tener 160.000 habitantes.
bibliografia.
wikipedia
www.bolivia. de
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