martes, 17 de agosto de 2010

LEVANTAMIENTOS INDIGENAS

INTRODUCCION
En 1779 se produjo un levantamiento de indígenas aimaras en Chayanta, liderados por Tomás Katari contra los abusos de la mita de parte de los intereses mineros de la zona, centrados en el corregidor Aros. Tomas Katari fue apresado y durante su transporte a las autoridades para ser juzgado, fue asesinado lanzándolo a un barranco. Su hermano Dámaso Katari continuó liderando la rebelión y llegó a presentarse en las afueras de Chuquisaca, donde fue traicionado por un sacerdote, entregado a las autoridades y ejecutado.

DESARROLLO
Los levantamientos fueron conducidos por los llamados caabecillas y se produjeron especialmente en las provincias de mayor concentración poblacional indígena, en las que a su vez se dieron las peores condiciones de explotación: Chimborazo, Imbabura, Cotopaxi y Tungurahua. Estuvieron dirigidos contra
los hacendados blancos y sus dependientes e intermediarios, esto es contra sus explotadores: administradores, mayordomos,párrocos, los cuales en algunos casos fueron ejecutados por los insurrectos.
La expedición de Valdivia no fue sólo de conquista, sino también de colonización pues, junto con sus soldados, trajo indios peruanos para asentarlos en las nuevas tierras ocupadas, así como semillas y algunos animales domésticos. Pero la base de la nueva organización económica, como en todas las tierras americanas colonizadas por los españoles, sería la encomienda o repartimiento de indios. Los indios que habitaban un territorio ocupado por los españoles quedaban obligados a trabajar, ya fuera en la agricultura o en la minería, para los encomenderos o colonizadores hispanos, entre los que el jefe de la expedición y más tarde los gobernadores realizaban el repartimiento.

En el período colonial, la explotación minera tuvo escaso desarrollo, y la economía chilena era esencialmente agraria. En las tierras del Chile central, junto a los cultivos indígenas, pronto se introdujeron los mediterráneos, trigo y vid, exportados sobre todo a los centros mineros de Bolivia y Perú. A medida que se fue consolidando la presencia hispana en las tierras más húmedas del sur, se fue introduciendo y desarrollando también la ganadería.
Considerando el fracaso de la guerra defensiva, Felipe IV resolvió darle término, mandando se atacase a los mapuches y se redujese a los prisioneros a la esclavitud.

La guerra continuó con las más variadas alternativas. Los levantamientos fueron generalmente encabezados por el toqui Lientur y por el mestizo Alejo. Hubo grandes combates como el de las Cangrejeras en 1929 y Albarrada, en 1633.
Más tarde el Gobernador, Francisco López de Zúñiga, marqués de Baides, era partidario de buscar un entendimiento con los araucanos; para lo cual contó con la ayuda de los jesuitas. Impulsado por la idea, celebró en el año 1640 una gran reunión o parlamento con los principales jefes mapuches, a orillas del río Quillín. Los españoles reconocieron la libertad de los araucanos en sus territorios y estos permitieron el ingreso a la Araucanía de sacerdotes misioneros.
Nuevos parlamentos se llevaron a cabo durante el siglo XVII y XVIII, pero la belicosidad de los araucanos y los intereses de los españoles no permitieron la paz. Se siguieron repitiendo los levantamientos generales que invariablemente terminaban en reuniones donde se prometía la paz. Los parlamentos más importantes realizados en el siglo XVIII fueron los de Negrete y Lonquilmo en la época colonial y varios realizados durante el período republicano.
Guerra Defensiva.
En 1612 el Gobierno acogió el sistema de guerra del Padre Jesuita Luis de Valdivia que se basaba en sentimientos humanitarios. Valdivia que había celebrado con los indios el parlamento de Paicaví, los creía dispuestos a la paz.
Se abolió el servicio personal de los indios encomendados, se puso en libertad a los prisioneros, dejó a los mapuches en posesión de los territorios al sur del Bio-Bío. El ejército se concretaría a defender esa línea en caso de que los indios intentasen pasarla. En cambio, se enviaron misioneros a la Araucanía a predicar la fe católica y a inducir a los naturales a aceptar la dominación española.
El nuevo procedimiento resultó un completo fracaso, pues los araucanos dieron muerte a los misioneros y volvieron a tomar las armas.
Guerra ofensiva.
Este sistema se venía empleando desde los principios de la conquista, consistió en atacar a los indios por las armas, enviando expediciones a la Araucanía, que era la única región del país cuyos pobladores se negaban a someterse. A veces para justificar este procedimiento, se procesaba a los indios según las leyes españolas, declarándoseles rebeldes y traidores al rey y a Dios, condenándoseles por ello a las penas muerte y confiscación de sus tierras. En seguida se enviaba a un ejército a ejecutar la sentencia de los jueces.
Esto generó encender guerras interminables y provocar grandes rebeliones que se extendieron a las comarcas ya pacificadas al norte del Bio-Bío.
En esta guerra encontró muerte don Pedro de Valdivia en Tucapel, y el gobernador de fines del siglo XVI Martín García Oñez de Loyola en Curalava, donde fue atacado por las fuerzas del toqui Pelantaru.
A la muerte de Oñez de Loyola siguió un levantamiento en toda la Araucanía. Todas las ciudades del sur se perdieron. A raíz del Desastre de Curalava, el gobierno español encargó la gobernación de Chile a don Alonso de Ribera, militar de reconocida experiencia, para que terminara definitivamente con el problema mapuche.
Lo primero que realizó fue establecer una línea fronteriza, recorrida por fuertes y guarniciones militares en el río Bio-Bío y que lentamente fue corriéndose hacia el sur. Estableció un ejército permanente de soldados disciplinados que estuvieran absolutamente dedicados a sus tareas y creó un destacamento especial denominado los tercios de Arauco; consiguió el envío, desde el Perú, del Real Situado, una cantidad de dinero destinada a cancelar los sueldos de los soldados. Desgraciadamente, no obtuvo de la corte los recursos necesarios y luego se vio obligado por el gobierno de España a aceptar el plan de guerra defensiva del Padre Luis de Valdivia.
CONCLUSION
Los levantamientos ocurrieron periódicamente a lo largo de la Colonia y de la República y consistieron en la desesperada insurrección de las comunidades indígenas que intentaron liquidar la dominación blanco-mestiza mediante el uso de la fuerza y de las armas.Los indígenas se sublevaron contra los abusos, malos tratos y crueldades de sus opresores, el cobro de diezmos por la iglesia, de tributos por los encomentderos y de impuestos por el Estado, el trabajo y los servicios sin remuneración, la apropiación arbitraria de sus tierras, el reclutamiento forzoso para el trabajo en las minas y por los censos, a los que vieron como una nueva fuente de exacciones. A estas causas que fueron las principales, se sumó otra de carácter político conodida con el nombre de milenarismo indio, que expresó el anhelo de restablecer el señorío sobre la tierra, la cultura y los dioses indígenas y la civilización y organización poltíca indias; en suma, el imperio o los reinos existentes antes de la conquista española.
BIBLIOGRAFIA
LEVANTAMIENTOS INDIGENAS
WIKIPEDIA

LA REAL AUDIENCIA DE CHARCAS

INTRODUCCION
La Audiencia y Cancillería Real de La Plata de los Charcas, conocida simplemente como Audiencia de Charcas, era el más alto tribunal de la Corona española en la zona conocida como Alto Perú (hoy Bolivia). Hasta 1776 fue parte del Virreinato del Perú, luego fue parte del Virreinato del Río de la Plata. El virrey del Perú la anexó a su virreinato en 1810. Tuvo su sede en la ciudad de La Plata, llamada también Chuquisaca o Charcas (Sucre desde 1839).

Desde la creación de la intendencia de Chuquisaca en 1782, el presidente de la Real Audiencia era a su vez gobernador intendente de la misma.
DESARROLLO
La Real Audiencia de Charcas fue creada por el rey Felipe II de España el 4 de septiembre de 1559 como parte del Virreinato del Perú, y regulada por reales cédulas de 29 de agosto de 1563, del 1 de octubre de 1566 y 2 de mayo de 1573 (recogidas posteriormente en Recopilación de Leyes de Indias de 1680).

Los límites del territorio sobre el cual ejercía jurisdicción fueron variando con el tiempo, según la distribución que hizo la Corona española. Al principio estuvo restringida a los territorios subordinados a la Provincia de Charcas, por lo que el virrey Conde de Nievas señaló el territorio originario de la provincia y de la Audiencia el 20 de mayo de 1561: "la dicha ciudad de La Plata con más de cien leguas de tierra alrededor por cada parte".
El 29 de agosto de 1563, Felipe II la amplió con la incorporación de la Gobernación del Tucumán, Juríes y Diaguitas, la Gobernación de Santa Cruz de la Sierra (esta última formada por las ex gobernaciones de Andrés Manso y Ñuflo de Chaves), la provincia de Moxos y Chunchos y las tierras que llegaban hasta la ciudad del Cuzco con sus términos (corregimientos dependientes). De esta forma su territorio jurisdiccional abarcó por el norte hasta las provincias de Sayabamba y Carabaya; al oeste por el desierto de Atacama hasta el Pacífico; al este hasta Moxos y Chunchos; y por el sur, el Chaco y Tucumán, Juríes y Diaguitas.
El 1 de octubre de 1566, se le incorporaron los territorios de la Gobernación del Río de la Plata y del Paraguay.
El 30 de noviembre de 1568, la ciudad del Cuzco y sus dependencias fue reintegrada a la jurisdicción de la Audiencia de Lima, estableciéndose que Charcas conservara el territorio "desde el Collao hacia la Ciudad de La Plata".
Declaramos y mandamos que la dicha ciudad del Cuzco con su término y jurisdicción haya de estar y esté sujeta y debajo de la jurisdicción de la audiencia real de la dicha ciudad de los Reyes, como lo estaba antes (...)
El 26 de mayo de 1573 se deslindó el territorio del Collao entre las dos audiencias:
(...) declarando como declaramos que del dicho Collao hacia la ciudad de La Plata comience desde el pueblo de Ayoviri que es el de la encomienda de Juan Pancorvo, por el camino de Urcosuyo y desde el pueblo de Asilo, que es de la encomienda de Jerónimo de Castilla por el camino de Omasuyos y por el camino de Arequipa desde Atuncana que es de la encomienda de Carlos Inca, hacia la parte de los Charcas.
La Recopilación de Leyes de Indias de 1680, en la Ley IX (Audiencia y Chancilleria Real de la Plata, Provincia de los Charcas) del Título XV (De las Audiencias y Chancillerias Reales de las Indias) del Libro II, recoge los límites y los funcionarios de esta Audiencia: [1] [2]
En la Ciudad de la Plata de la Nueva Toledo, Provincia de los Charcas, en el Perú, resida otra nuestra Audiencia y Chancilleria Real: con vn Presidente: cinco Oidores, que también sean Alcaldes del Crimen: vn Fiscal: vn Alguazil mayor: vn Teniente de Gran Chanciller, y los demás Ministros y Oficiales necessarios, la qual tenga por distrito la Provincia de los Charcas, y todo el Collao, desde el Pueblo de Ayabiri, por el camino de Hurcosuyo, desde el Pueblo de Assillo por el camino de Humasuyo, desde Atuncana, por el camino de Arequipa, ázia la parte de los Charcas, inclusivé con las Provincias de Sangabana, Carabaya, Iuries y Dieguitas, Moyos y Chunchos, y Santa Cruz de la Sierra, partiendo terminos: por el Septentrion con la Real Audiencia de Lima, y Provincias no descubiertas: por el Mediodia con la Real Audiencia de Chile: y por el Levante y Poniente con los dos Mares del Norte y del Sur, y línea de la demarcacion entre las Coronas de los Reynos de Castilla y de Portugal, por la parte de la Provincia de Santa Cruz del Brasil. Todos los quales dichos terminos sean y se entiendan, conforme á la ley 13 que trata de la fundacion y ereccion de la Real Audiencia de la Trinidad, Puerto de Buenos Ayres, porque nuestra voluntad es, que la dicha ley se guarde, cumpla y execute precisa y puntualmente.
En la Ley XV (Que el Corregidor de Arica, aunque sea del distrito de la Audiencia de Lima, cumpla los mandamientos de la de los Charcas), del Título XV, de la Recopilación de Leyes de Indias, se establece una dependencia especial para el Corregimiento de Arica:
Mandamos, que sin embargo de que la Ciudad y Puerto de Arica sea y esté en el distrito de la Real Audiencia de los Reyes, el Corregidor, que es, ó fuere de ella, cumpla los mandamientos de la Real Audiencia de los Charcas, y reciva y encamine, como se le ordenare, las personas que enviare desterradas. Y ordenamos á nuestra Audiencia de los Charcas, que no cumpliendo el Corregidor lo sobredicho, haga justicia.
El 6 de diciembre de 1661 sufrió la separación de sus territorios del sur (Río de la Plata, Paraguay y Tucumán) al crearse la Real Audiencia de Buenos Aires, pero de nuevo, el 31 de diciembre de 1671 al ser suprimida esta última, se reincorporaron tales territorios para ser más efectiva la persecución del contrabando, a pesar de los inconvenientes que sufrían aquellos que precisaban la intervención de la Audiencia por las enormes distancias que debían recorrer.
La creación del Virreinato del Río de la Plata hizo que el territorio jurisdiccional de la Audiencia de Charcas pasase a esta nueva zona administrativa en 1776. El 14 de abril de 1783 se creó nuevamente la Real Audiencia de Buenos Aires reemplazando la jurisdicción de Charcas por el sur (Río de la Plata, Paraguay y Tucumán).
Al tiempo de la creación del Virreinato del Río de la Plata en 1776, la jurisdicción de la Audiencia de Charcas abarcaba 26 corregimientos, cada uno de los cuales dependía de las ciudades del Cuzco, La Plata y La Paz, que conformaban la Provincia de Charcas. Comprendía también aquellos de las gobernaciones del Río de la Plata, Paraguay, Tucumán y Santa Cruz de la Sierra.
En cuanto a la dependencia eclesiástica:
Dependían del obispado del Cuzco los corregimientos de: Lampa, Azángaro y Carabaya.
Dependían del arzobispado de La Plata los corregimientos de: La Plata-Potosí, Oruro, Parma, Carangas, Chayanta, Cochabamba, Porco, Tarija, Tomina, Yamparaes, Lipes, Atacama, Apolobamba, Pilaya y Paspaya y Pomabamba.
Dependían del obispado de La Paz los corregimientos de: La Paz, Larecaja, Sicasica, Pacajes o Berenguela, Omasuyos, Chucuito y Paucarcolla.
Dependía del obispado de Santa Cruz de la Sierra el corregimiento de: Mizque.
El 3 de mayo de 1787, a través de una Real Cédula, se estableció la Real Audiencia del Cuzco con jurisdicción sobre territorios que antes correspondían a las Audiencias de Lima y de Charcas. Posteriormente se incluyó en su territorial jurisdiccional a los partidos de Carabaya, Lampa y Azángaro pertenecientes a la intendencia de Puno, que en 1784 había sido creada dentro del Virreinato del Río de la Plata. El 1 de febrero de 1796 la intendencia de Puno pasó a depender del Virreinato del Perú y los partidos de Paucarcolla y Chucuito, que hasta entonces correspondían a Charcas, pasaron a la Audiencia de Cuzco.
CONCLUSION
Se dice que La Audiencia y Cancillería Real de La Plata de los Charcas, conocida simplemente como Audiencia de Charcas, era el más alto tribunal de la Corona española en la zona conocida como Alto Perú (hoy Bolivia). Hasta 1776 fue parte del Virreinato del Perú, luego fue parte del Virreinato del Río de la Plata. El virrey del Perú la anexó a su virreinato en 1810. Tuvo su sede en la ciudad de La Plata, llamada también Chuquisaca o Charcas (Sucre desde 1839).
BIBLIOGRAFIA
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wikipedia

sábado, 7 de agosto de 2010

LA CONQUISTA DE BOLIVIA

INTRODUCCION.La conquista del Imperio inca por Francisco Pizarro abrió el camino para la sumisión de la Bolivia actual en el año 1535 y el establecimiento de la Real Audiencia de Charcas, parte esencial del Virreinato del Perú, que abarcó todo lo que hoy es el territorio boliviano. Aunque la historia de Bolivia en el período virreinal se halla muy ligada al Perú, conociéndose con el nombre de Alto Perú.


DESARROLLO. El origen de la división de ambos territorios se debe a las capitulaciones de Carlos V, revisadas en 1534, que asignaban a Pizarro doscientos sesenta leguas desde Tumbes al sur, y otras doscientos a Diego de Almagro al sur de éstas. Juan de Saavedra, adelantado de Diego de Almagro, llegó en 1535 al Lago Titicaca y al valle de La Paz, para luego fundar las ciudades de Paria (Oruro) y Tupiza en 1536 al sur. Muerto Almagro, Francisco Pizarro envió a su hermano Gonzalo a colonizar la provincia del Collao. Pedro de Anzúrez fundó Chuquisaca (actual Sucre) en 1538, Potosí surgió en 1546, La Paz en 1548 y Cochabamba en 1574.

La corriente colonizadora del Río de La Plata se expandió hacia el territorio de lo que hoy en día es Bolivia, con la fundación de Santa Cruz en 1561. Un grupo de españoles partidos de Asunción del Paraguay y Buenos Aires encabezados por Ñuflo de Chávez y acompañados por aliados itatines conquistaron la región, los primeros fundaron Santa Cruz a orillas de la serranía de Sutó y los segundos se establecieron en el norte en la región hoy conocida como Guarayos. Esta ciudad de frontera se sirvió como marca española de contención a los constantes ataques de bandeirantes portugueses que desde la región de São Paulo invadían la región capturando indígenas para mano de obra en las colonias portuguesas, y el constante asecho de los guaraníes que atentaban contra la frontera sudeste de la región minera del Alto Perú.[4]
El clima subtropical continental, la carencia de mano de obra indígena abundante, la ausencia de minas y grandes riquezas, y el constante ataque de los guaraníes hicieron que Santa Cruz sea de poco interés para la migración española. Para contrarrestar esto y asegurase que esta región aislada se pueble de fieles a la corona, se libró impuesto a sus habitantes, se dio indulto a grupos perseguidos (principalmente judíos conversos, pero también algunos cimarrones, gitanos y mercenarios), además se dio libertad y encomiendas a favor de mestizos e inclusive indígenas lo cual no estaba permitido en otras regiones de la colonia. Santa Cruz se mantuvo como una cultura agrícola ganadera aislada del auge minero del Alto Perú, pero creció en población y sus habitantes fundaron otros pueblos y ciudades importantes en toda la planicie Chaco-Beniana y los valles del sudoeste (Vallegrande, Portachuelo, Trinidad, Charagua, Cuevo, Samaipata, San Ignacio, Riberalta y otros).
Por su parte, el Alto Perú se caracterizó por presentar una base minero-agrícola. La ciudad de Potosí, la más poblada de América en 1574 (120.000 habitantes), se convirtió en un gran centro minero por la explotación de las minas de plata del Cerro Rico de Potosí y en 1611 era la mayor productora de plata del mundo. El rey Carlos I había otorgado a esta ciudad el título de villa imperial después de su fundación.
Como un colchón adicional de presencia española ante la avanzada portuguesa, la corona permitió el establecimiento de misiones jesuíticas al norte y este de Santa Cruz en las regiones de Moxos y Chiquitos. Estas misiones fueron muy existosas y se establecieron centros importantes y avanzados tanto cultural como económicamente. Estos territorios pertenecían a la gobernación de Santa Cruz y los misioneros eran en su mayoría originarios del centro de Europa (Suiza, Alemania, Hungría). Como testigos del nivel de desarrollo de estos centros misionales quedan las Misiones de Chiquitos (San Javier, Concepción, San Miguel, San Rafael, San José y Santa Ana) todas en Santa Cruz y fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por Unesco.
Colonización de Bolivia:


Hacia 1535 penetró procedente del Perú, más al sur del lago Titicaca, el dominico fray Tomás de San Martín y, más tarde, los hermanos Gonzalo y Hernando Pizarro, que terminaron la conquista de Alto Perú hacia 1538, después de vencer una tenaz resistencia de los indígenas. La mayor proximidad al Perú hizo que Bolivia se inclinase decididamente hacia aquella región. Cuando en 1544 se descubrieron las ricas minas de plata de Potosí, la colonización se inclinó hacia la explotación minera, y cuando Irala llegó en 1547 procedente del Paraguay, la vocación de Bolivia ya estaba decidida. La colonización se afirma con la fundación de una serie de ciudades: Chuquisaca (Sucre), La Paz, Villa de Oropesa (Cochabamba), Santa Cruz, Oruro y otras.
Períodos turbulentos:
La riqueza de las minas, las desigualdades étnicas, los abusos de muchos y las rivalidades entre los conquistadores contribuirían a dar al Alto Perú durante los siglos XVI, XVII y XVIII una historia turbulenta. La colonización minera agotó en parte las energías de la población e imposibilitó el progreso de otras actividades. Los indígenas no estaban obligados a trabajar en las minas sino cuatro meses, con un descanso de años; pero, al ver la posibilidad de ganar un jornal de forma permanente, se quedaban voluntariamente en ellas con el consiguiente perjuicio para la agricultura . Contra el trabajo agotador de las minas clamaban los mismos virreyes, que no podían luchar con el imperativo económico y social de la atracción de los centros mineros sobre las masas campesinas. En este período el Alto Perú se vio ensangrentado por las rivalidades intestinas de los españoles, entre las que destaca la contienda entre los vascos y los vicuñas, formados los primeros por los inmigrantes vascos, en cuyas manos estaba gran parte de la riqueza del país, y los segundos por los inmigrantes procedentes de otras regiones españolas unidos a los criollos. Durante casi toda la época de la colonización española, el Alto Perú fue una dependencia administrativa del gobierno de Lima. En 1551 se estableció una audiencia en La Plata (nombre primitivo de la actual Sucre), con unos límites amplísimos; en 1776, al fundarse el vireinato de La Plata, se le agregó la audiencia de Charcas, aunque hasta el fin de la colonización española sus comunicaciones normales estuvieran orientadas hacia el Perú. A finales del s. XVIII la vida del Alto Perú se hizo todavía más turbulenta por diversas sublevaciones indígenas. Gran importancia tuvo la del indio Tomás Catari, que, al no ver atendidas sus quejas, se levantó contra el gobernador Blas Bernal; la sublevación acabó con la muerte del rebelde en 1781. En esa misma época se extendió al Alto Perú la sublevación iniciada en el Bajo Perú por Túpac Amaru, que motivó el cerco de varias ciudades por los indígenas, entre ellas La Paz, la cual tuvo que resistir un sitio de seis meses.
Sucre tras la victoria de Ayacucho (1824):
Sucre abogó por la independencia del alto Perú, contra los propósitos de Bolívar y de Santa Cruz, ambos preferían conseguir la unión de los pueblos de la región. En 1825 promulgó un decreto de independencia y convocó una asamblea deliberante para determinar el futuro estatuto político del Estado. Esta asamblea se celebró el 10 de mayo en Chuquisaca (actual Sucre), veinticuatro horas después de que el Congreso de las Provincias Unidas del Río de La Plata invitara a la población, con el apoyo de Bolívar, a incorporarse a Argentina. A pesar de las presiones, los reunidos acordaron proclamar la independencia de Bolivia el 6 de agosto y elegir a Sucre presidente vitalicio. La independencia de Bolivia fue reconocida por Bolívar, pero disensiones internas, agravadas por la subida al poder en Perú de Santa Cruz, forzaron la dimisión de Sucre en 1828 y su exilio en Ecuador. Su inactividad forzosa duró poco tiempo. Durante la guerra entre Perú y Colombia (1829) luchó junto a los colombianos y colaboró activamente en la victoria colombiana, que desembocó en la paz de Piura. Gracias a ello fue elegido representante de Ecuador en el Congreso de Colombia celebrado en Bogotá (1830) para tratar los problemas que acabaron desmembrando la Gran Colombia. Elegido presidente del mismo, Sucre formó parte de la delegación encargada de celebrar las conversaciones de paz con el venezolano Páez que había segregado Venezuela de la Gran Colombia. Pero la confederación estaba ya herida de muerte cuando en mayo Ecuador a su vez decretó su independencia. Mientras se dirigía a Quito para intentar que los promotores de la iniciativa dieran marcha atrás, fue asesinado el 4 de julio de 1830 al cruzar la montaña de Berruecos, en la provincia de Pasto, Colombia.
CONCLUSIO. en conclusion se puede decir que la cristianización se mezcló con la búsqueda de oro y plata, logrando en corto tiempo el sometimiento de la actual América Latina. En 1535 el español Diego de Almagro ingresó por el suroeste al Alto Perú, hoy Bolivia, fundando Paria y Tupiza, iniciando la destrucción del sistema político y social de los incas. En 1545, el indio Diego Huallpa descubrió los ricos yacimientos de plata en el cerro de Potosí. Al pie de este cerro se fundó la ciudad de Potosí, convirtiéndose en el centro de la explotación de plata en América y que en 1610 llegó a tener 160.000 habitantes.
bibliografia.



wikipedia
www.bolivia. de

BOLIVIA PREHISPANICA

INTRODUCCION: La historia prehispánica de Bolivia es la época del registro histórico de Bolivia que comprende todo los acontencimientos y el desarrollo anteriores a la Conquista del Perú, que supuso un importante cambio social en América.

En Bolivia aparecen restos de ocupación humana desde el 12.000-10.000 a. C. en el Yacimiento de Viscachani[cita requerida]. Hasta el 1.200 a. C. se desarrollan unas culturas sedentarias en el altiplano. La Chiripa y Wankarani son las dos más importantes del periodo formativo a partir del 1.200 a. C.
La cultura de Tiwanaku, cerca del Lago Titicaca, marca un momento de florecimiento cultural de la zona altiplánica, extendiéndose su influencia por toda el área andina.
En torno al 1.100 a. C. Tiwanaku desaparece y se produce una lucha entre los diferentes grupos que habitan la región: aymaras, collas, lupacas, y pacajes. Los aymaras establecen un dominio que abarca Arequipa y Puno en el Perú, La Paz, Oruro y Cochabamba, que perduró hasta que, en 1438, Pachacuti Inca derrota al último soberano colla, Chunqui Cápac, incorporando el altiplano boliviano al Tahuantinsuyo, como parte de la provincia del Collasuyo, e imponiendo el quechua como lengua oficial, aunque el aymara se continuó hablando regularmente.
El Inca Huayna Cápac mandó levantar fortalezas en la frontera oriental para detener el avance de los feroces chiriguanos.
D:ESARROLLO:
Paleolítico

La corriente migratoria procedente del norte que invade los Andes huyendo de las rigurosas condiciones climáticas debidas a las últimas glaciaciones desarrolla una cultura incipiente. A este período pre-cerámico y pre-agrícola corresponde la industria lítica de Viscachani; pero en una etapa anterior a los pueblos cazadores desarrollaron una cultura relacionada con la arquitectura rupestre. A los pueblos cazadores siguen los pescadores que usaron embarcaciones de totora, cuyos remanentes quedan en el lago Titicaca. Sus descendientes son los Urús y los Chipayas.
Periodo Arcaico
El periodo denominado arcaico se caracteriza por el descubrimiento de la agricultura y la ganadería. Así muchos grupos de humanos abandonan las cuevas y resguardos rocosos para construir viviendas muy rudimentarias.
Primeras cuturas aldeanas
Periodo Formativo
Al finas de este periodo, entre los años 2.500 adc. 1.500 adc., se inventa la textilería y la cerámica, y comienza el desarrollo de la arquitectura.
Las primeras culturas del formativo en el altiplano son: Wankarani y Chiripa. Con ellas aparecen las primeras aldeas.
La cultura Wankarani: se desarrolló en torno al Lago Poopó. Su antigüedad se remonta al año 1.200 antes de nuestra era y pervive hasta el siglo segundo después de Cristo. Establecida en una región de puna no llego a desarrollarse plenamente mantenido su estado de tipo aldeano hasta sucumbir al influjo de la expansión tiwanakota. Su economía se basó en el pastoreo de camelidos. Sus aldeas están situadas sobre montículos con casas de planta circular. No hay restos de construcciones correspondiente a centros religiosos; tan solo se han encontrado cabezas de llamas, talladas en piedra, que responden a una concepción religiosa.
La cultura Chiripa: se ubica en la peninsula de Taraco, sobre el lago Titicaca donde hay un montículo artificial sobre el que se encuentran varios recintos dispuestos en torno a un templete semisubterráneo. Estos recintos tienen paredes dobles. Chiripa se ubica en el siglo XV antes de Cristo y dura hasta los primeros años de nuestra era. En un momento, es coetánea a Tiwanaku.
La cultura Tiwanaku tuvo un periodo aldeano entre los siglos XII a. C. y I de nuestra era, de características similares.
Los Urus y ChipayasLos Urus son anteriores a los pueblos agricultores y ocupan la cuenca fluvial y lacustre del altiplano. Lingüísticamente emparentados con los Chipayas, coexisten con los aymaras y los Incas, y perviven durante la dominación española, llegando hasta nuestros días. En el delta formado por la desembocadura del río Lauca sobre el lago Coipasa viven los Chipayas; este pueblo originalmente fue de origen lacustre, aunque hoy también practica a pequeña escala la agricultura.
Periodo Urbano de Tiwanaku
Tiahuanaco y Cultura Tiahuanaco
Portada del Templo de Kalasasaya.Esta cultura ha sido dividida en tres grandes épocas: Período Aldeano, Período Urbano y Período Imperial. El primer periodo contemporáneo a Wankarani y Chiripa, se inicia hacia el año 1.200 a. C. y dura hasta el siglo I de nuestra era cuando se produce en Tiahuanaco un cambio radical que los estudiosos llaman revolución urbana. Una de las principales características de la ciudad en formación es la presencia de centros ceremoniales junto a los cuales existe una población estratificada en clases sociales; las tierras aledañas a estos centros e cultivan por medio de "Suka-collos" o zanjas que permiten retener el agua de las lluvias para asegurar el cultivo en tiempo seco.
El período Urbano dura hasta el siglo séptimo de nuestra era cuando se inicia la expansión del estado tiahuanacota, comenzando así el periodo imperial (Ponce Sanjines 1981). Hay zonas estrechamente relacionadas con Tiwanaku, como Huari, cerca de Ayacucho (Perú), ciudad que cayo bajo dominio de Tiwanaku y que llego a ser uno de los centros más poderosos de la expansión tiwanacota. Tiwanaku se expandió al sur sobre el desierto de Atacama y Cochabamba, llegando hasta el norte de Argentina.
La ciudad de Tiwanaku tenía dos centros ceremoniales Akapana-Kalasasaya y Puma Punku. Akapana es una pirámide artificial conformada por plataformas sucesivas, desde ella se divisa el conjunto de Kalasasaya y el Templete semisubterráneo.
Periodo Imperial de Tiwanaku
En el siglo VIII de nuestra era, Tiwanaku se expande políticamente sobre la base de los enclaves preexistentes, esta expansión se evidencia por la difusión de los símbolos y elementos tiwanacotas que aparecen en la cerámica y los textiles de todo ámbito conquistado.
En el siglo XII el colapso es inevitable, probablemente por causas internas de tipo socio-económico y a la región donde floreció tiwanaku migran varios grupos aymaras.
Los Collas y la Confederación Charca
Desaparecido el Imperio Tiwanaku, la región quedó fragmentada en varias etnias aymaras que conviven con los Urús quienes en un momento tuvieron el dominio de la cuenca lacustre. Estos aymaras se caracterizan por sus necrópolis compuestas por tumbas en forma de torres-chullpas. Existen también algunas fortalezas denominadas pucaras.
El modelo por el cual se regulaban estas etnias es el de verticalidad o control de los diversos pisos ecológicos que sostienen su economía de subsistencia. Ningún grupo humano necesita tanto de sus relaciones con la costa y con los valles como los pueblos aymaras del altiplano, por esta razón cada centro de la puna controlaba por medio de la colonización de zonas periféricas situadas a diferentes alturas y con climas varios.
A mediados del siglo XV, el reino Colla conservaba un extenso territorio con su capital Hatun-Colla. El inca Viracocha incursionó en la región, pero quien la conquisto fue su hijo Pachacútec, noveno Inca.
Así como al norte se encontraban los collas, al sur estaba la Confederación Charca que tenía dos grupos: Los Carangas y Quillacas en torno al lago Poopó, y los Charcas que ocupaban el norte de Potosí y parte de Cochabamba. Ambos, Charcas y Collas eran de habla aymara.
La cultura material de los Carangas presenta extensas necrópolis o chullpares algunos de los cuales conservan todavía restos de pintura en sus muros exteriores. Una vez que los carangas fueron conquistados por los incas, Huayna Cápac los llevó a trabajar al valle de Cochabamba como mitimaes.
El señorío denominado Charca, al que estaban adscritos Cara-caras y Chichas, fue conquistado por los incas en tiempo de Túpac Inca Yupanqui y llevados a la conquista de Quito. Por su parte el pueblo de los Cara-cara era tan belicoso como el Charca y aún más, en su territorio tienen lugar aun hoy en día luchas denominadas "Tinkus".
CONCLUSION:
se dice que la cultura viscachani, fechada cerca de 7.000 a.C., es el primer grupo humano que ha dejado huellas arqueológicas de su actividad en nuestro territorio. Asentada en el altiplano paceño, en las cercanías de un antiguo lago glacial, pertenece al periodo pre-cerámico y pre-agrícola, lo que quiere decir que sus representantes no conocieron ninguno de estos desarrollos. Se cree que el asentamiento descubierto por los arqueólogos constituyó un taller. Las piezas líticas encontradas son puntas de flecha del tipo "hoja de laurel", grandes y toscas, trabajadas por percusión, es decir, a golpes. Estas puntas se usaban en la caza, amarradas a lanzas arrojadizas.

bibliografia : wikipedia //